Apreciada amiga o apreciado amigo,
Con lo que hoy te escribo, hay más que suficientes
motivos para cantar victoria. Para soltar los sentimientos con el mayor júbilo,
aunque no los entienda la mente; que eso es el júbilo. Para hacer fiesta.
Hay una persona amiga, que me repite con frecuencia:
-Moriremos de éxito. Y si reflexionamos, tiene mucha razón.