Amiga, amigo, con este título no se quiere decir que quien pasa un período difícil, al final logra crecer. Esto lo logra si asume la incomodidad, el dolor, el sufrimiento que no puede remediar, con entereza y paciencia. De lo contrario, esta situación, sigue siendo, una prueba. Pero de ella no saca experiencia, aprendizaje, ni mejora, ni maduración personal.
En la entrevista (1) que se cita, hay materia interesante para la presente reflexión. A la pregunta del periodista : “¿Qué nos pueden enseñar los muchachos que frecuentan las casas salesianas en los lugares de conflicto?”, Don Stefano contesta: “Los jóvenes que viven en países de guerra o en los que no estando en guerra, no tienen un presente ni un futuro normal, nos enseñan ante todo, las ganas de vivir, de aprender, de mejorar”.