JUAN BOSCO, A LOS 9 AÑOS, TUVO UN SUEÑO, QUE LLEGÓ A SER SU PROEYCTO DE VIDA Y QUE FUE DESVELÁNDOSE A TRAVÉS DE SUS PROGRESIVAS ETAPAS VITALES |
Realmente lo
que ve un niño o una niña cuando responde con sinceridad a la invitación “Ven y
Verás” (1); y que lo ve a través de una rendija, es su sueño. Aquello que será
lo mejor en su vida, lo que le hará feliz.
Pero, el sueño de su vida aún no lo puede ver de forma completa.
Esto mismo
le pasó a Juan Bosco de pequeño: Vio, aunque no lo entendió bien, a qué estaba
invitado a dedicarse en la vida, qué le haría feliz; quiénes serían los “maestros”
que le enseñarían el camino en esto (Su madre Margarita,... y en otro nivel, la Virgen
María y Jesús).
Entendió, eso
sí, que debía ayudar a sus amigos a ser felices ellos también, a no descuidar sus
deberes (portarse bien con padres y maestros), que necesitaban jugar y divertirse
y aprender; y pensar que el Señor está siempre a su lado…
Para hacer esto,
se aplicó, con el permiso de Margarita, a ir a las ferias, mercados y espectáculos
para aprender juegos, prestidigitación, habilidades de caminar sobre la cuerda y
de hacer juegos de manos, y trucos que alegraban muchísimo a los chicos y chicas.
Pero también
leía libros de aventuras que contaba más tarde a los chicos y chicas. Muchas veces,
pues disponía de una gran memoria, se los
aprendía de memoria. Y entonces hacía las delicias de ellos y ellas.
Juan Bosco vio
por un resquicio el sueño para su vida, pero respondió a él, colaboró con mucho
entusiasmo y esfuerzo en responder a esa tarea-sueño que se le había encomendado
por Dios mediante la educación de su madre Margarita, la guía y protección de
la Virgen María, para que fuera feliz –como solía decir él más tarde- en la
vida y en la eternidad. Además, confiaba en la ayuda de su tres “maestros”.
Ellos le indicarían cómo y le respaldarían en hacer realidad este sueño.
Vuestro amigo,
Francesc
( (1) La respuesta del Maestre de Nazaret cuando
Juan y Santiago le preguntaron: Maestro, ¿dónde vives?
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