Por estas latitudes en que me encuentro es muy agradable escuchar la expresión que nos sirve de título a la presente reflexión: -“No pasa nada” No porque nos indique que no hay impedimentos ni problemas. Ni tampoco porque el ambiente esté tranquilo, o que el mismo se encuentra parado… ¡No!
Es lo que sucede cuando tú o yo hemos metido la pata, hemos actuado incoherentemente a nuestra manera normal de actuar: o no teniendo el cuidado que merece un compañero/a, o no siendo del todo sinceros/as con un amigo/a. O tal vez actuando negligentemente, no hemos cumpliendo con alguien de la familia…Pues entonces estos te suelen decir: -No pasa nada. Con lo que te envían toda la ternura del perdón, toda la dulzura de la comprensión.