Se han celebrado
recientemente las Olimpiadas de Londres. A
todos nos admiran las proezas realizadas
en las habilidades físicas y deportivas
de tantos atletas. Y sin duda
habremos comentado uno de los presupuestos
de estas hazañas atléticas: el esfuerzo
en la preparación de cada uno/a de
los participantes de estas pruebas.
¿En qué consiste? En primer lugar, el esfuerzo no es un ejercicio simplemente de renuncia, de sacrificio, de dominio de sí mismo. Aquello que ha de prevalecer en nuestra atención es la habilidad, el objetivo que queremos dominar con facilidad y competencia, sea este tocar la guitarra, o aprobar un curso, o gestionar con competencia nuestras relaciones sociales, afectivas…
Y desde ese punto de vista, el esfuerzo es un aliado que no podemos descuidar. Este compañero de camino en ocasiones nos sugerirá la renuncia, porque si acepto sacar bien un curso, no deberé “salir” continuamente, a no ser que sea un superdotado. En otras ocasiones, me animará al dominio de mí mismo, porque si pongo por delante del todo mis sentimientos, no podré ver con serenidad los puntos de vista de mi interlocutor/a y mi relación con él o con ella será un desastre…
Se trata, pues, de gestionar el esfuerzo adaptándolo a los diversos objetivos que me haya propuesto. Eso sí, nunca olvidando aderezarlo de dulzura, de comprensión conmigo mismo y con los demás. ¡Y de alegría!, buscando los puntos en los que poder disfrutar, aunque siga existiendo el sacrificio, el dominio de uno mismo… que son cosas que cuestan e incluso a veces duelen.
A propósito de alegría en el esfuerzo, ¿no habéis visto, -como me ha pasado a mí-, a unas jugadoras de volei, por ejemplo, disfrutar en un partido de competición sin ser esto problema para a la vez esforzarse y conseguir en su caso la victoria? A mí me parece que son dos ingredientes que combinan muy bien. Porque con la alegría se rinde mejor.
Por tanto, os deseo éxito en vuestros bonitos proyectos, sabiendo que la mejor manera de conseguirlos es sazonar el esfuerzo con la alegría, con el saber disfrutar.
Vuestro amigo
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