domingo, 12 de julio de 2015

ECOLOGÍA CON MAYÚSCULAS



La ecología en estos momentos está de actualidad. Muchos de los gobiernos, instituciones de las Naciones Unidas, varias autoridades de diversas religiones, aplauden la carta del Papa Francisco LAUDATO SI' (1) sobre este trascendantal asunto.


Pues el planeta Tierra está hecho para –con sus evidentes imperfecciones (?): tormentas, terremotos, inundaciones, enfermedades, sequías- poder disponer de los recursos para la vida de todos los seres vivos, en especial la del hombre, al que le ofrece además, su belleza esplendorosa que le eleva y le extasía.



Algunos de los elementos esenciales para la vida son: el agua, el aire, el suelo, el mundo vegetal y el mundo de los seres vivos. Todos ellos deben interactuar de forma compensada para hacer que los seres que habitan la tierra puedan disfrutar de su propia vida.

Cuando pensamos en el agua, la necesitamos limpia, abundante, de calidad; el aire lo exigimos limpio, respirable; el suelo, limpio; el mundo vegetal abundante para que aporte sus recursos y dé al aire el oxígeno que necesita; pedimos que la fauna sea abundante y variada dentro de su hábitat correctamente respetado.

A todo este coherente plan se le suele calificar con la palabra <sostenible>. Sin embargo la tarea trascendental es: ¿Cómo se consigue esta <sostenibilidad>? -Pues, con unas actitudes coherentes a estas bondades que exigimos para los recursos nombrados. Los enemigos de este “bonito” plan son: la 'comodidad'. Si reciclo el papel, debo ir al contenedor de papel y cartón y echar allí estos restos. Si me da pereza, y los echo al suelo o al contenedor equivocado, falto a la ecología.



Otra actitud a corregir es la de 'no saber lo que perjudica y lo que ayuda a la ecología'. Es decir, eliminar la 'ignorancia' sobre la ecología. Hace unos años, una niña de 11 me contó que en su curso la profesora mandó a dos chicos a vaciar de papeles la caja que tenían para reciclar. Los chicos fueron donde estaban los contenedores, pero tuvieron que abrirlos para ver cuál era el del papel y cartón. ¡No sabían cuál era el código de colores para depositar los residuos! 

Con todo, sin lugar a duda, el mayor de los enemigos es la codicia, el acumular ganancias, -personales o empresariales- dinero, sin ninguna consideración al destrozo que se pueda causar a los bienes y recursos del Planeta.

Se nos dice también que en la ecología hay que actuar en tres puntos (las tres R) 'Reducir, Reciclar, Reutilizar'. En cuanto al primer punto, Francisco nos dice que hemos de ser 'sobrios y aprender a disfrutar con poco'. Pero tal vez aquello que se agradece del papa en esta carta es que reclame, no solo la sensibilidad ecológica, sino que exija 'responsabilidad', porque no se trata de ser educado, sino de no cometer un ataque a la vida; de trabajar por ella. Los cristianos tal vez lo entenderían mejor si se les dijera que es un pecado grave y no un descuido cualquiera.

Vuestro amigo
Francesc

(1)    Este título de la carta de Francisco está sacado del himno de Francisco de Asís a las cosas creadas por Dios. Todas son dignas de ser alabadas, y en primer lugar, Dios su creador.
                               He aquí  algunos de sus versos:

Alabado seas tú, mi Señor, en unión con todas las criaturas, especialmente el hermano sol, por el cual abres el día, y a través de él nos iluminas.

      Y es bello, e irradia su luz con gran esplendor y       es símmbolo de tu presencia, oh Altísimo.”

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