sábado, 12 de diciembre de 2015

MENUDA NAVIDAD


“El reino de Dios es de los niños y de los que son como ellos”.
Los niños nos roban a Jesús, nos roban el cielo.
Porque son confiados, del padre, de la madre y de los que los acogen con ternura.
Porque son pobres, desvalidos.
Porque son alegres, aman el juego, la broma.
Porque son agradecidos y pagan con una sonrisa.
Porque no tienen dobleces, son espontáneos y sinceros. Porque son unos ladronzuelos y nos roban el corazón. Porque nos hacen saber cómo será el cielo, con ese toque de amor en que cada uno siente lo que puede y recibe más de lo que merece.

Después de estas letanías, quería deciros, estimadas y estimados lectores(as) que no dejemos de estar rodeados de niños, ¡aprendemos tantas cosas! Ellos son unos maestros geniales. Nos dicen cómo hemos de tratarlos y cómo se debe vivir en felicidad y amor.

Todo eso de “viaje en tren sin niños”, e inventos semejantes, como “vaya de viaje, haga una escapada y disfrute sin la presencia de niños”… es una insensatez.  Con ellos disfrutaremos más, viendo sus ojos bien abiertos por la admiración ante pequeños descubrimientos, un insecto, una mariposa, la corriente de un riachuelo, una nube, la dureza de una roca, la sonrisa de su madre, el juego con su padre… nos harán felices.

Por eso tal vez la Navidad tenga ese atractivo central, la figura del Niño Jesús, hijo de María e Hijo de Dios regalado para todos, para que aprendamos de la sencillez, de la sonrisa, del desvalimiento cómo es la ternura de Dios.

                ¡Feliz  *  Navidad!

Vuestro amigo,
Francesc




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