TENER AUTORIDAD (EN BUEN SENTIDO)

Educar es cosa del corazón

La palabra “autoridad” –dice el salesiano francés Jean Marie Petitclerc – viene del latín, donde significa “aumentar”, “crecer”. Pienso que si alguien manda, debería hacer las cosas para que las personas que dependen de ella, de él desarrollen lo mejor de sí mismas. Han de explicar, sugerir, convencer… a fin de formar un Equipo que responda de la tarea compartida entre todos.

Pero hay también otro aspecto de “autoridad”, ya que esta palabra viene más directamente aún de “autor” o “actor”, que es quien hace algo desde su personal identidad; el autor es el responsable de las acciones que emprende.

No con golpes, con amor

Esto nos da pie para entender mejor las tareas educativas. En primer lugar, será un buen educador,-un padre, madre o maestro-, quien haga crecer a sus hijos o a sus educandos, por un lado. Y por otro, lo será quien les vaya responsabilizando de su vida, les vaya haciendo autores de sus acciones. Les vaya estimulando a independizarse. 

No será buen educador quien se impone a los hijos, o a los educandos –hay circunstancias en que tal vez lo deba hacer, porque no se lo debe consentir, aunque luego se lo ha de explicar. Pero la actitud normal ha de ser constructiva de personas libres. Tener la actitud de buscar todos los recursos para hacerlos crecer.

Libre, crezca fecundo
 (Emblema nacional de Guatemala)

También Jesús fue aclamado por hablar con autoridad: “Habla con autoridad, no como los escribas y fariseos”. Hablaba con autoridad, porque lo que decía era su convencimiento, porque era coherente con lo que hacía, pensaba y sentía. Cuando mandaba a los que le querían seguir: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”, no engañaba en lo que hacía por ellos, pes les daba su vida. 

Su actividad era curar de todo mal, consolar, exhortar, explicar, iluminar para que ‘comprendan y vivan’. Tenía la actitud de hacerlos crecer en su vida completa.

Vuestro amigo,

Francesc

Nota.- Las fotografías son de "can stock"