martes, 14 de noviembre de 2017

MIRANDO AL CIELO




Hoy el cielo luce un purísimo azul. Y es así, tan azul, en estas tierras levantinas de España, en las centroamericanas y en tantos otros lugares del planeta.
Este paisaje celeste nos eleva, nos prodiga una atracción hacia lo alto, hacia un horizonte que añoramos, que intuimos y con la intensidad con que podemos, esperamos.


En la parábola de las diez vírgenes, contada por el Maestro de Nazaret, también disfrutan con el gozo del encuentro con el esposo las cinco sensatas que mantuvieron las lámparas encendidas. Las cinco necias, que no las mantuvieron preparadas, se quedaron sin entrar al banquete de bodas.

Al final del ejemplarizante relato, Jesús de Nazaret nos dice: ¡Velad! Estad alerta y preparados. No dejéis pasar los días sin aprender la verdadera sabiduría, la sabiduría de la vida. Esa ciencia que intenta responder a las preguntas más esenciales, y a veces inquietantes, de la vida. ¿Cómo debemos comportarnos? ¿Tenemos una vida después de esta? ¿Cómo es Dios?

Jorge Manrique, en sus Coplas nos recuerda:
                                                            "Este mundo es el camino
                                                             para el otro, que es morada
                                                             sin pesar; (1)
              mas cumple tener buen tino
              para andar esta jornada
              sin errar."
(1) sin pena, con gozo.

Erramos cuando, como las cinco vírgenes necias, nos olvidamos del aceite, de lo más importante de la vida; y vivimos sin ser coherentes a lo que somos, y a las realidades a las que nos debemos ajustar.

No hace mucho falleció un hermano nuestro. En su funeral, una mujer, que lo conocía por coincidir en el trabajo, se levantó a leer un escrito de San Agustín de Hipona. Y lo puso en los labios de nuestro hermano: “Dadme el nombre que siempre me habéis dado. Hablad de mí como siempre lo habéis hecho. No uséis un tono diferente.
No toméis un aire solemne y triste.
……………………..
Os espero; no estoy lejos, solo al otro lado del camino.
............................
Volveréis a verme, pero transfigurado y feliz."

Amiga, amigo, os animo a “no errar" el camino. Procuraré yo el primero en ponerme en línea, en el camino de esa verdadera sabiduría de la vida.

Vuestro amigo
Francesc


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