Hoy el cielo luce un purísimo azul. Y es así, tan azul, en estas tierras levantinas de España, en las centroamericanas y en tantos otros lugares del planeta.
Este paisaje
celeste nos eleva, nos prodiga una atracción hacia lo alto, hacia un horizonte
que añoramos, que intuimos y con la intensidad con que podemos, esperamos.
En la
parábola de las diez vírgenes, contada por el Maestro de Nazaret, también
disfrutan con el gozo del encuentro con el esposo las cinco sensatas que
mantuvieron las lámparas encendidas. Las cinco necias, que no las mantuvieron
preparadas, se quedaron sin entrar al banquete de bodas.
Al final del
ejemplarizante relato, Jesús de Nazaret nos dice: ¡Velad! Estad alerta y
preparados. No dejéis pasar los días sin aprender la verdadera sabiduría, la
sabiduría de la vida. Esa ciencia que intenta responder a las preguntas más
esenciales, y a veces inquietantes, de la vida. ¿Cómo debemos comportarnos?
¿Tenemos una vida después de esta? ¿Cómo es Dios?
"Este mundo es el camino
para el otro, que es morada
sin pesar; (1)
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar."
(1) sin pena, con gozo.
(1) sin pena, con gozo.
Erramos cuando, como las
cinco vírgenes necias, nos olvidamos del aceite, de lo más importante de la vida; y vivimos
sin ser coherentes a lo que somos, y a las realidades a las que nos debemos ajustar.
No hace mucho falleció un
hermano nuestro. En su funeral, una mujer, que lo conocía por coincidir en el
trabajo, se levantó a leer un escrito de San Agustín de Hipona. Y lo puso en
los labios de nuestro hermano: “Dadme el nombre que siempre me habéis dado. Hablad de mí como siempre lo habéis hecho. No uséis
un tono diferente.
No toméis un aire solemne
y triste.
……………………..
Os espero; no estoy lejos,
solo al otro lado del camino.
............................
Volveréis a verme, pero transfigurado y feliz."
............................
Volveréis a verme, pero transfigurado y feliz."
Amiga, amigo, os animo a
“no errar" el camino. Procuraré yo el primero en ponerme en línea, en el camino
de esa verdadera sabiduría de la vida.
Vuestro amigo
Francesc
No hay comentarios:
Publicar un comentario