Sean Devereux, antiguo alumno salesiano |
Hay un dicho
castellano que nos ilumina la reflexión de hoy: “Corazones partidos yo no los
quiero, que si doy el mío lo doy entero”.
La vida
humana es un reto, una aventura; un equilibrio entre lo que nos prometemos
hacer de bueno y aquello que nos tienta a echarnos cuesta abajo, olvidando lo
que habíamos decidido hacer de bien.
Pero hay
siempre personas que se yerguen como modelos de un combate leal en este duelo
entre el bien y el mal. No digo que no tengan heridas de caídas en este combate.
Pero son solo cicatrices. Siguen adelante y plantan cara a las tentaciones de
abandono y no se dejan llevar por ellas.
Dos son los
modelos que podemos tener hoy en cuenta: uno, Pedro Casaldáliga, luchador por
la justicia en el Brasil. Quien a pesar de sus 90 años, después de 40 años en
La Amazonia brasileña, todavía se opone a las injusticias de los latifundistas
de aquellas geografías. Su decisión es como siempre ha sido, “no abandonar”.
Y el otro
referente, tal vez menos conocido, es el joven Sean Devereux. Antiguo alumno
salesiano inglés, con las enseñanzas de Don Bosco bien aprendidas, se enrola en
el Proyecto
África de los Salesianos.
Aquí sirve
en diversos países, atendiendo siempre a los más pequeños. Como le dice en una
comunicación a su padre:
Un pistolero
le disparó sin más. Tenía 28 años. Sean estaba en el punto de mira por informar
sobre masacres diarios de personas. (1)
Una persona
entera.
Tu amigo,
Francesc.
(1) Adapatación del Boletín Salesiano español de febrero de este año 2018
La vida me ha regalado muchas oportunidades para conocer gente fantástica en diversos lugares del mundo, una de ellas fue Sean Devereux. Sencillo y directo, compartimos en Roma los trabajos de la primera consulta mundial de jóvenes exalumnos, marcadas de un modo especial por la acogida que nos brindó Juan Pablo II en su residencia privada.
ResponderEliminarAños después, su propio guardaespaldas se encargó de truncar una vida corta pero sin duda ejemplar, a pesar de que su propia familia tan sólo unas pocas horas antes, le habían insistido reiteradamente en que abandonase el país con ellos, a lo que Sean se negó argumentando que estaba en juego algo mucho más importante que su propia vida, la de todos aquellos avasallados incluso en su pobreza, regresando a su irlanda natal.
Durante el vuelo de regreso, su propia madre tuvo una premonición en modo de visión, confirmándose dramáticamente a su llegada a tierras irlandesas, la fatal noticia. Este hecho provocó el inicio de un pormenorizado estudio.
Siempre en el recuerdo Sean. Todo un ejemplo de compromiso por los más desfavorecidos.