sábado, 14 de abril de 2018

BENDITAS HERIDAS





Leía hace poco que las arrugas de las personas mayores tienen un valor y un encanto especial. Pues son signo de su edad, de que han pasado por experiencias de todo tipo. Y mientras iban cumpliendo años, el paso del tiempo iba dejando huella en el cuerpo. Una huella que debería no avergonzarnos. ¡Todo lo contrario! Ser como los galones, las galas de no de haberse dejado vivir, sino de haber vivido mucho.

domingo, 1 de abril de 2018

LA GRATITUD





¿Por qué un joven, una muchacha no cae en la cuenta de que sus padres llegan agotados del trabajo? ¿Y que, aun así, han de hacer frente a la lavadora, a la cocina, a la limpieza, e incluso –más importante- atender las necesidades, las relaciones con sus hijos?

En primer lugar, hay algunos que sí. Sería el primer peldaño. Pero esto si hay verdadera empatía –como se dice ahora- y comprensión con sus progenitores. Y luego debería seguir una conversión –girarse hacia los padres de pleno- y ayudarles haciendo las camas, retirando a su lugar la ropa usada... Y especialmente, tratarlos con el delicado cariño que se merecen. Porque ellos han sido sus ángeles antes incluso de nacer y hasta ahora. Y son incontables sus atenciones, trabajos, sufrimientos y desvelos por ellos…