El hecho
de una catequista, madre de dos hijos pequeños. ¡Qué suerte! Estos niños tienen la oportunidad
de recibir la atención de una buena madre, que les atienda junto al marido en
enseñarles tantas cosas que necesitan en la vida:a comer, a
caminar, a hablar... Pero en este caso, la madre ha sido catequista, y esperamos
que los pequeños tengan la oportunidad de aprender la religión de los labios y
de las obras de su madre.
¿Qué
es lo que debemos transmitir? Destacaremos
solo unos cuantos aspectos: La lengua (aunque en estos tiempos, pueden ser varias)
y con ella la cultura que esta transporta. Los valores, como la sinceridad, la honestidad,
la solidaridad... La fe religiosa..., si la tenemos... (1)
¿Quién
los transmite? FUNDAMENTALMENTE LOS PADRES. Pero, además los
educadores – los maestros, monitores, la familia extensa, las amistades...-.
¿Por
qué se tiene que transmitir nuestro Patrimonio? Porque resulta necesario para afrontar la vida. Es el espejo para poder criticar
las diversas aportaciones del Patrimonio, valorarlas y actuar en consecuencia.
Sin la transmisión del Patrimonio, habría un vacío sin llenar, que fácilmente desorientaría
a la persona. Sería dejarla sin referencias con las que construir la propia
vida.
Vuestro amigo,
Francesc
(1) En esta reflexión no se mencionará el aspecto económico del Patrimonio.
(1) En esta reflexión no se mencionará el aspecto económico del Patrimonio.
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