¿QUÉ NOS FALTA? -EL ALIENTO

 

En ocasiones caemos en la cuenta de que 'nos falta algo', para superar esa dificultad, ese inconveniente, esa temporada en que estamos flojos, destemplados.

¿Qué le pasa a un chaval de 17 años que está en el portal de unas viviendas viendo con pena los peldaños de una escalera de tres pisos sin ascensor? ¿Es que no puede subir las tres plantas por la escalera? ¿Es que le faltan fuerzas? ¡Ni hablar! A esa edad, le sobran. ¿Qué le falta? -Le falta el ánimo, el aliento, el espíritu.

 

Los retos que nos presenta la vida, hay circunstancias en que no los podemos superar si no levantamos nuestro ánimo, si no dejamos a nuestro ser que acumule fuerzas, confianza, ilusión.

El ser humano solo por serlo, ya tiene un reto. A este reto fundamental de aceptarse como persona que se pregunta quién es, a dónde va, por qué de los propios fallos, fracasos y malos pasos... y aun así, ponerse en pie, tener la cabeza alta e intentar responder... No es nada fácil. La experiencia nos dice que esto no lo logramos siempre si no levantamos el ánimo, el espíritu.

¿Qué decir en este caso de quienes se reconocen cristianos, seguidores de Jesús de Nazaret? El mundo actual les presenta otros tantos retos como seguidores de su Maestro: el paro, los abusos, la violencia, el desastre medioambiental, el anuncio de un Dios lleno de amor que se acerca a todos... ¿Podrán estos discípulos del 2000 responder a ellos con sus propios puños?

Aunque el refrán español lo indica con claridad: "a Dios rogando y con el mazo dando", no lo hemos de interpretar sesgado: -Hagamos en nuestras iniciativas constructivas todo aquello que sea posible por nuestra parte, como si todo dependiera de nosotros, pero confiemos en el Espíritu Santo que viene en ayuda nuestra a fortalecernos para sostenernos en estos buenos proyectos, que son primeramente proyectos de Dios.

Tu amigo

Francesc