Ya se comentó aquí algo al respecto de Jóvenes e Iglesia (1). Pero ahora se presenta algún avance del trabajo que la Asamblea católica (Sínodo) va ya entregándonos sobre los jóvenes. La Iglesia quiere mostrar su rostro de madre - por cierto, figura en la familia altamente valorada por los jóvenes -. La Iglesia quiere acoger a todos, ellos y ellas, por igual, con su amor.
Uno de los aspectos estudiados en el trabajo de la Asamblea Sinodal es la enorme diversidad de los jóvenes. Cada grupo juvenil, más aún, cada joven, con su identidad propia presenta unas diferencias. Esta diversidad, o diferencia, característica de los jóvenes de hoy, es aceptada por la inmensa mayoría de ellos. Y la Iglesia también es invitada, a que respete a los jóvenes, según su forma de ser. Es más, que los escuche a todos como una buena madre; que no acuñe en especial ninguna diversidad.
Ese papel de madre también quiere la Asamblea católica que se dirija a resaltar y valorar los dones, las cualidades y las formas nuevas de los jóvenes. Aunque estas formas juveniles puedan no ser las mejores; sin embargo son las de los jóvenes; ellos las entienden y se mueven mejor en ellas. No pensemos que lo que aportan los jóvenes está fuera de sitio. Ya San Benito lo había comprobado, pues recomendaba en los monasterios, consultar a los jóvenes antes de cada decisión importante, porque "muchas veces el Señor revela al más joven lo que es mejor". El mundo, la Iglesia necesitan de estos dones para cambiar la sociedad. Por esa fuerza, sinceridad y ganas de novedad juveniles, la comunidad cristiana y la mundial deben dar gracias a Dios.
Y finalmente, se ve necesario que la Iglesia apoye el compromiso, esa llamada que, si aún el joven no la ha percibido como venida de Dios para su felicidad y bien del mundo, al menos reconozca su responsabilidad de participar en el cambio de la sociedad: "Dicha tierra, - nos cita el papa Francisco, recordándonos la "salida" de Abraham en busca de la tierra prometida - ¿no es acaso para ustedes los jóvenes, aquella sociedad más justa y fraterna que desean profundamente y que quieren construir hasta las periferias del mundo?"
Tu amigo,
Francesc
(1) En nuestra reflexión: PRÓXIMOS A LOS JÓVENES
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