miércoles, 13 de marzo de 2019

LA PRIMAVERA ESTÁ A LA VISTA


PALMERAL DE ELCHE - Alicante - España
Estimados amigos y amigas, la primavera en el terreno en que escribo está despertando. Todos los árboles, preparan las condiciones para producir sus sabrosos frutos. También nosotros, si hacemos caso a la invitación de esta bella estación del año, podemos preparar espléndidos frutos. Frutos de paz, de compartir, de alegría, de atención a los demás.

Es cierto que en otras zonas, como en Centroamérica, la vida y la renovación es continua. Pero a mí me ha impactado donde estoy, al levante español: Una joven morera ya ha sacado unas pequeñas hojas verdes con mucha esperanza de crecer más. Nos da la ilusión de que hará unas buenísimas moras.

Ahora bien, los árboles también tienen diferentes tipos frutos; unos son malos para nosotros y otros, buenos. El manzano suele ofrecernos frutos buenos, pero un el espino no nos da más que una cosecha de espinas. Quien atesora el mal, da frutos malos;  por el contrario, quien atesora bondad en el corazón, ofrece buenos frutos.

Pero, además sabremos el cultivo que ha tenido el árbol por la bondad de sus frutos. Una pera amarga, o pequeña, o sin gusto nos da la  información de que no habrá sido regada, o bien podada, o no se le han quitado las malas hierbas a su alrededor, o su tierra no ha sido labrada. En cambio, una buena pera nos dice que ha tenido un buen trabajo de esmerada atención.

 Para nosotros, nos vale la sugerencia de que los frutos malos son, por ejemplo, la violencia, la pereza, el egoísmo, el pesimismo, la falta de atención a los demás... Tenemos un buen trabajo por delante a fin de no echar a perder los frutos que hemos de producir. Los cristianos, principalmente en este tiempo de la Cuaresma.

Vuestro amigo,
Francesc

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